lunes, 29 de noviembre de 2010

LECCIONES APRENDIDAS INVESTIGACIÒN II

Nuestros trabajos de investigación cuentan con cuatro marcos integrados:


Marco teórico. Piso conceptual del objeto de investigación.

Marco Contextual. No comprende solo la delimitación espacial. Además trata sobre la caracterización social, económica y política de nuestra investigación.

Marco Epistemológico. La matriz epistemológica o el método empleado.

Marco Metodológico. Cuáles son las técnicas o instrumentos que hemos de utilizar para obtener nuestra información del objeto de estudio.

Hay coincidencia en que nuestra mayor dificultad se encuentra en el Marco Epistemológico.

Estimar el estudio de la epistemología en el conjunto de las asignaturas que integran un programa de especialización a nivel de Maestría, nos resalta el papel al que es llamado el estudiante en el proceso de enseñanza aprendizaje, especialmente por el énfasis encaminado a la investigación y con ello a la producción de nuevos conocimientos.

Dicha tarea en el contexto científico actual se enriquece al ahondar en variedad de métodos y metodologías que dan riqueza y dotan al investigador, de posibilidades para aprehender la realidad o para interpretarla.
Una primera advertencia hecha en el curso ha sido la precisión sobre el concepto de epistemología. No entenderla como gnoseología desde el punto de vista filosófico como el estudio del conocimiento en general, sino como el estudio del conocimiento científico.
Además hemos de entender que el estudio propuesto no nos debe ser tan distante dado que de alguna manera todos en nuestra forma de pensar tenemos unos preconceptos sobre la forma entender el mundo o la realidad. Precisamente el llamado es a filtrar dichos preconceptos para tener identidad y conciencia propia sobre el método que estamos utilizando en nuestros trabajos investigativos, ubicándonos metodológicamente desde cual perspectiva hemos de enfocar nuestra forma de acercarnos a la realidad en una de los “tres mundos” que nos presentara K. Popper.

Aprendimos de Sabino que ambos conceptos, método y metodología, son muy diferentes. Por el primero debemos entender el “conjunto de modelo lógico que se sigue en una investigación científica, la perspectiva epistemológica que se adopta para indagar sobre la realidad”; mientras que el segundo consiste en el “conjunto de técnicas y procedimientos usados en la actividad investigativa para abordar el objeto de estudio”.

Precisamente es esta diferenciación la que me permite entender a K. Popper con su refutacionismo, a Feyerabend con el “todo se puede”, como manifestaciones metodológicas que nos convocan a revisar nuestras apuestas tradicionales o dogmáticas, a no seguir esquemas o dogmas que se dan por establecidos, manteniendo una crítica constante que permita explorar las posibilidades investigativas hacia propuestas que surjan desde el pensamiento libre del investigador, como forma de crear y desarrollar pensamiento científico.

Superar el viejo énfasis dado en nuestros cursos de investigación. Esencialmente descriptivos, sin aplicación alguna y memoristas bajo un enfoque de enseñanza tradicional, no exige hoy como investigadores tener claridad en el enfoque de conocimiento que pueda ser más aplicado, conveniente, disponible o pertinente a nuestra realidad objeto de estudio. No hay una fórmula establecida. No hay una propuesta más válida que otra, todas son relativas a un contexto histórico. Como alquimistas, debemos emplear racionalmente aquella o aquellas más apropiadas, pudiendo seleccionar incluso una propuesta mixta entre enfoques cualitativos y cuantitativos.

Debemos superar la limitada y engañosa referencia que hacemos a ciertos autores de metodología, y adentrarnos a proponer una epistemología teórica propia, autónoma, entendida, que explique la forma de abordar una realidad. Para ello, como lo dice José Padrón, es necesario aterrizar las elevadas teorizaciones y discusiones epistemológicas, bajarlas de sus elaboradas disquisiciones filosóficas y aterrizarlas al ámbito de estudio propio de las ciencias aplicadas.

El mismo J. Padrón nos llama a prepararnos en modelos epistemológicos como condición necesaria para poder crear conocimiento aplicado. Aquí se encuentra por sí mismo, la justificación de tan importante y trascendental materia en nuestra formación como investigadores serios.