lunes, 29 de noviembre de 2010

LECCIONES APRENDIDAS INVESTIGACIÒN II

Nuestros trabajos de investigación cuentan con cuatro marcos integrados:


Marco teórico. Piso conceptual del objeto de investigación.

Marco Contextual. No comprende solo la delimitación espacial. Además trata sobre la caracterización social, económica y política de nuestra investigación.

Marco Epistemológico. La matriz epistemológica o el método empleado.

Marco Metodológico. Cuáles son las técnicas o instrumentos que hemos de utilizar para obtener nuestra información del objeto de estudio.

Hay coincidencia en que nuestra mayor dificultad se encuentra en el Marco Epistemológico.

Estimar el estudio de la epistemología en el conjunto de las asignaturas que integran un programa de especialización a nivel de Maestría, nos resalta el papel al que es llamado el estudiante en el proceso de enseñanza aprendizaje, especialmente por el énfasis encaminado a la investigación y con ello a la producción de nuevos conocimientos.

Dicha tarea en el contexto científico actual se enriquece al ahondar en variedad de métodos y metodologías que dan riqueza y dotan al investigador, de posibilidades para aprehender la realidad o para interpretarla.
Una primera advertencia hecha en el curso ha sido la precisión sobre el concepto de epistemología. No entenderla como gnoseología desde el punto de vista filosófico como el estudio del conocimiento en general, sino como el estudio del conocimiento científico.
Además hemos de entender que el estudio propuesto no nos debe ser tan distante dado que de alguna manera todos en nuestra forma de pensar tenemos unos preconceptos sobre la forma entender el mundo o la realidad. Precisamente el llamado es a filtrar dichos preconceptos para tener identidad y conciencia propia sobre el método que estamos utilizando en nuestros trabajos investigativos, ubicándonos metodológicamente desde cual perspectiva hemos de enfocar nuestra forma de acercarnos a la realidad en una de los “tres mundos” que nos presentara K. Popper.

Aprendimos de Sabino que ambos conceptos, método y metodología, son muy diferentes. Por el primero debemos entender el “conjunto de modelo lógico que se sigue en una investigación científica, la perspectiva epistemológica que se adopta para indagar sobre la realidad”; mientras que el segundo consiste en el “conjunto de técnicas y procedimientos usados en la actividad investigativa para abordar el objeto de estudio”.

Precisamente es esta diferenciación la que me permite entender a K. Popper con su refutacionismo, a Feyerabend con el “todo se puede”, como manifestaciones metodológicas que nos convocan a revisar nuestras apuestas tradicionales o dogmáticas, a no seguir esquemas o dogmas que se dan por establecidos, manteniendo una crítica constante que permita explorar las posibilidades investigativas hacia propuestas que surjan desde el pensamiento libre del investigador, como forma de crear y desarrollar pensamiento científico.

Superar el viejo énfasis dado en nuestros cursos de investigación. Esencialmente descriptivos, sin aplicación alguna y memoristas bajo un enfoque de enseñanza tradicional, no exige hoy como investigadores tener claridad en el enfoque de conocimiento que pueda ser más aplicado, conveniente, disponible o pertinente a nuestra realidad objeto de estudio. No hay una fórmula establecida. No hay una propuesta más válida que otra, todas son relativas a un contexto histórico. Como alquimistas, debemos emplear racionalmente aquella o aquellas más apropiadas, pudiendo seleccionar incluso una propuesta mixta entre enfoques cualitativos y cuantitativos.

Debemos superar la limitada y engañosa referencia que hacemos a ciertos autores de metodología, y adentrarnos a proponer una epistemología teórica propia, autónoma, entendida, que explique la forma de abordar una realidad. Para ello, como lo dice José Padrón, es necesario aterrizar las elevadas teorizaciones y discusiones epistemológicas, bajarlas de sus elaboradas disquisiciones filosóficas y aterrizarlas al ámbito de estudio propio de las ciencias aplicadas.

El mismo J. Padrón nos llama a prepararnos en modelos epistemológicos como condición necesaria para poder crear conocimiento aplicado. Aquí se encuentra por sí mismo, la justificación de tan importante y trascendental materia en nuestra formación como investigadores serios.

domingo, 3 de octubre de 2010

GLOBALIZACIÓN Y EXCLUSIÓN SOCIAL

MÓDULO
CONTEXTO SOCIOECONÓMICO Y POLÍTICO LATINOAMERICANO


Bajo el contexto de globalización de la economía se imponen nuevos retos para los actores de la economía interna, cada vez más asociados a los centros económicos y políticos de la economía global, en los que cobra importancia los sectores de la economía relevantes o de punta, la infraestructura en servicios, energía y telecomunicaciones y servicios de avanzada.

Esto trae demandas en términos de educación, de integración a las nuevas tecnologías, el ingreso a nuevos mercados. Infraestructura en telecomunicaciones. El bilingüismo. Promover la inversión extranjera. Cobertura de servicios públicos.

El proceso de internacionalización de la economía responde a las dinámicas del capital, de las grandes compañías internacionales y centros de poder económico y político. La historia ha demostrado muchas veces que el crecimiento económico no se ha visto reflejado en la reducción de la desigualdad social.

Como históricamente ha sucedido, es previsible pensar en que esto no conlleva la superación de las condiciones de exclusión social en que se encuentra gran parte de la población, más aun aquella que está marginada del mercado laboral formal.

En condiciones de desarrollo sostenible, es necesario dar cumplimiento a los objetivos del milenio, relacionados con reducir la brecha social y garantizar el desarrollo en las regiones con equidad y responsabilidad social, los cuales no se logran con una estrategia de Marketing de ciudad. Parece difícil que ello se pueda hacer sin cambiar la estructura del modelo económico tradicional que ha privilegiado la acumulación de riqueza en los sectores dominantes para hacerlos cada vez más ricos.

Por el contrario, en este contexto de internacionalización de la economía, parecen haber otros retos para el desarrollo sostenible y con responsabilidad social. Es la introducción de nuevas formas de flexibilización laboral. Teletrabajo. Trabajo en casa. Call Center.
De esta forma cobran importancia alternativas de desarrollo local desde el mercado interno y la oferta de mano de obra, a través de modelos de asociatividad, colaboración y redes de apoyo, que dan lugar a las llamadas economías de aglomeración, como las que se organizan en Clusters, los modelos de economía solidaria y el enfoque dado a partir de la cultura del emprendimiento (Cultura E), para reactivar el mercado y crear un tejido social empresarial en el que las micro empresas y fami empresas tiene un capital social y humano que busca crear capital físico para mejorar la calidad de vida.

viernes, 27 de agosto de 2010

QUÉ ENTIENDE POR DESARROLLO?

Es la satisfacción constante de las necesidades básicas y el goce de un bienestar social y cultural, para una población en crecimiento armónico con las posiblidades para producir la demanda y oferta de bienes y servicios requerida para ello.

domingo, 22 de agosto de 2010

ECONOMÍA, ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE FRENTE A LOS MODELOS DE DESARROLLO

ECONOMÍA, ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE FRENTE A LOS MODELOS DE DESARROLLO

Lecciones Aprendidas Módulo Desarrollo Sostenible

Para la persona desprevenida, que no tenga mayor interés en los temas enunciados en el título del presente ensayo, quizás entienda que se trata de asuntos que deban ser asumidos desde una óptica de estudio muy particular y que los mismos no tengan mayor relación entre sí, mucho menos que ellos constituyan marcos teóricos entrelazados sobre los modelos de desarrollo en nuestra actualidad.

Más aún, se tiene evidencia de tendencias clásicas sobre una orientación desarticulada de dichos saberes, dejando en el terreno de los especialistas aspectos que bien pueden ilustrarse u orientarse desde una concepción integral, sistémica u holística del conocimiento.

Por Economía debemos entender “la ciencia social que estudia las relaciones sociales que tienen que ver con los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de satisfacción de necesidades humanas y resultado individual o colectivo de la sociedad”[1], o de manera más simple, como el estudio de las relaciones sociales requeridas para satisfacer las necesidades humanas con los recursos existentes.

No obstante la claridad de esta definición, debemos observar que sobre este objeto de la ciencia, existen visiones o enfoques que difieren en la forma de abordar este ámbito del conocimiento[2].

Para la Economía normativa[3] se entiende que esta busca explicación de fenómenos sociales que tiene una base histórica y política, apoyada en personas, líderes y sociedades, que han dado lugar a las diversas civilizaciones transformando la humanidad. Por ende la economía ha de responder a posturas ideológicas y políticas, en un determinado contexto y momento histórico.

Por el contrario, existe otro enfoque dado por la Economía Positivista, desde la cual se buscan respuestas objetivas sobre el funcionamiento de los fenómenos económicos, al ser asimilados a los fenómenos de la naturaleza, en forma objetiva e incontrovertible. No hay por tanto juicios de valor, ni son admisibles las posturas políticas o ideológicas.

Desde la postura positivista de la Economía, difícilmente tienen cabida conceptos como el de justicia o equidad, ni qué decir de la sostenibilidad. Desde este punto de vista se hacen proyecciones teóricas sobre la economía, muchas veces desfasadas de la realidad. Pero acá es necesario entender la diferencia entre economía política y política económica, por cuanto los vacíos de las posturas positivistas no necesariamente se deben a deficiencias en materia de economía política.

La ciencia económica considera el comportamiento humano de manera abstracta, en el marco de leyes dotadas de un carácter eminentemente hipotético sobre las relaciones de los individuos entre sí para organizar la producción colectiva. Por el contrario, la política económica[4] no debe prescindir del factor humano, y en su formulación debe tener en cuenta factores condicionantes, situaciones coyunturales y circunstancias reales que efectivamente influyen en el comportamiento del individuo y la colectividad.

La economía normativa[5], además de los necesarios razonamientos científicos, se ocupa por planteamientos de acción basados en juicios de valor personales y subjetivos. Parte de lineamientos que responden a criterios éticos, ideológicos o políticos, sobre lo que se considera deseable o indeseable. Por tanto las acciones económicas están dirigidas a un fin, tiene un sentido finalista, y este respalda y justifica todo el marco de interrelaciones presentadas en la sociedad para garantizar la paz y la tranquilidad.

En el contexto del Estado Social de Derecho que prescribe nuestra Carta política, la economía no está sujeta a las leyes propias del mercado, según la dinámica privatista o individualista de los sujetos que actúan en el mismo. Nuestra Constitución Política por tanto adopta una clara orientación ética y política y deja en el Estado, el deber de precisar los límites de la libertad económica[6]. El Estado por mandato de ley intervendrá la economía en lo relacionado con la explotación de los recursos naturales, el uso del suelo, producción, distribución, utilización y consumo de bienes y en los servicios públicos y privados; esto con el fin de “conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, la distribución equitativa de las oportunidades y los beneficios del desarrollo y la preservación de un ambiente sano”[7]

La Constitución Política presenta muy claro su mensaje: “La actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro de los límites del bien común.” “La libre competencia económica es un derecho de todos que supone responsabilidades”. “La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica obligaciones”. “El Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el desarrollo empresarial”. “La Ley delimitará el alcance de la libertad económica cuando así lo exijan el interés social, el ambiente y el patrimonio cultural de la Nación” (art. 333).

No se trata de meras formulaciones principialísticas cuya inaplicación sea inocua. Por el contrario estamos haciendo referencia a verdaderos mandatos constitucionales de eficacia material, que imponen a las autoridades el deber de intervenir en la economía y no el simple dejar hacer y dejar pasar del estado lassefierano de principios de siglo.

Enfoques y tendencias que igual se presentan en los campos de la Ecología y el Medio Ambiente, para entender como pasa en la Economía, que bien se pueden estudiar cualquiera de ellas sin reparo por consideraciones éticas o políticas, o bien, entendiendo su sentido finalista.

La Ecología se define como la ciencia que estudia la estructura y función de la naturaleza y las relaciones existentes entre los seres vivos y el medio en que habitan[8]. Podemos entender la Ecología solo como el estudio de las interacciones entre los organismos y la transformación de los flujos de energía y materia, para lo cual bastará con los resultados de laboratorio, sin referencia alguna a los aspectos subjetivos, éticos o políticos de los problemas que estos presentan. Hoy se hace más evidente este contrasentido, cuando apreciamos la pérdida de los recursos naturales, y sabemos que es muy difícil seguir sosteniendo una mirada imparcial en el estudio del hábitat o el medio ambiente, prescindiendo de los juicios o los valores ante su evidente degradación.

En el desarrollo histórico de la humanidad parece que los efectos del progreso de las naciones sobre el ambiente y todas las formas de vida, incluso la propia, son más apremiantes en el desarrollo de políticas económicas y sociales, que los más de 100 años de economía industrial y lucha de clases, presentada en casi todas las naciones el mundo civilizado. Hemos llegado por el estrés del medio ambiente a tener tiempo en el poco que nos queda para desarrollar la suficiente y necesaria sensibilidad que se requiere para pensar en que el desarrollo no puede ser solo crecimiento económico a ultranza.

Debemos por tanto entender que ha llegado el final del positivismo en la filosofía económica y política. Hoy estamos vivenciando la necesidad de incorporar las ciencias sociales y humanas en los estudios científicos. De esta manera estamos dando lugar a un nuevo campo interdisciplinario, para dar lugar a una nueva disciplina llamada Ciencia Ambiental[9].
La Ciencia Ambiental parte del reconocimiento de que los problemas ambientales que afectan a las personas y a otros organismos, tiene una naturaleza interrelacionada. El concepto de ecosistemas precisamente hace referencia a esta interrelación, tendiendo en cuenta además el contexto geográfico o espacial en que se enfoca cada estudio, aunque hoy se tiene cada vez más conciencia que estos problemas tiene una connotación más global.

El origen de la Economía Ecológica se encuentra en este mismo sentido, al definirse como una transdisciplina científica en torno al nuevo paradigma del Desarrollo sostenible[10], el cual impone límites al crecimiento económico.

Desde este marco holístico y sistemático del conocimiento hoy podemos hablar de Derecho ambiental, química ambiental, física ambiental, para dar a entender que en todos ámbitos de la ciencia, prevalece una finalidad que no puede ser otra que el desarrollo humano con calidad de vida y protección del medio ambiente. Lo mismo sucede en el ámbito de las ciencias sociales en las que ya se habla de ética ambiental, Política ambiental, sociología ambiental, psicología ambiental, etc.

Este especial punto de vista interdisciplinario nos lleva a un reto muy grande para la educación dado que los esquemas tradicionales se han caracterizado por programas o currículos especializados que poco espacio dejan a otras materias o ciencias, cuando el profesional que hoy sale a ejercer su profesión se enfrenta a una sociedad que espera y demanda soluciones integrales a problemas multicausales. Este “rezago cultural”[11] es propio de muestras instituciones educativas y de los modelos de desarrollo que pretenden perpetuar estructuras y relaciones de poder que no se encuentran interesadas en generar los cambios educativos y en los modelos de desarrollo imperantes.

En esta integralidad y entendimiento sistemático de los ámbitos del conocimiento, se evidencia la necesidad de estudios pertinentes a las problemáticas sociales y económicas del medio actual, para lo cual ya no es posible limitar el terreno de las ciencias y la cultura solo a sus propias y específicas leyes o principios, sin considerar otros campos del conocimiento que le son transversales.

Estamos en un nuevo de terreno en el desarrollo de las ciencias, en el que lo ambiental se expresa como referente central en el debate científico. Es este el nuevo punto de confrontación de las ideas, hacia el que todos los intereses se han conjugar como expresión de poder.

A manera de hipótesis, podemos decir que el proteccionismo ambiental y el modelo de crecimiento o desarrollo sustentable, parece recoger el sentir de la voluntad general, apoyado en las nuevas expresiones del conocimiento y el saber, a las que ya se ha hecho referencia.

Falta expresar esta dinámica en las diversas dimensiones de sostenibilidad. Antes se ha hecho referencia a la Sostenibilidad Educativa., sobre todo en relación con el reto de ser el soporte conceptual de todo modelo de desarrollo. Pero le siguen con no menos importancia la sostenibilidad política y social apoyada en la participación de la sociedad civil y el ejercicio del poder democrático; la sostenibilidad cultural, creando identidad y pertenencia hacia el medio y su desarrollo.

Cuando la sociedad civil, debidamente educada y con verdaderos espacios de participación, establezca una verdadera identidad sobre el desarrollo que en términos de sostenibilidad sea el indicado para cada región, podemos en verdad propiciar alternativas justas y equitativas de calidad de vida para todas las personas.








[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa
[2] http://html.rincondelvago.com/economia_9.html.
[3] Gran Enciclopedia ESPASA 2005 Editorial Planeta S. A.
[4] “Economía, Positivismo y moral”. Jorge Peña Vidal. En Línea: http://docs.google.com/viewer?a=v&q=cache:NzgPdQBRSuoJ:www.cepchile.cl/dms/archivo_834_1000/rev20_penavial.pdf+%22econom%C3%ADa+positivista%22&hl=es&gl=co&pid=bl&srcid=ADGEESju0CYlzhtPfvGMsakbSjUy0tvhXWa2S07910BvMxI4NiRbJmS6inX2pNIVR921_IDdlvoinwVMPPJTNCKRoZNXIr8K1NEB-3pIlrN4ZUmLbq4RYqlLcILfn6WNmClcpv0n-TdW&sig=AHIEtbT2pZE4vmeQiRLCccG_gfjLlud8Lw
[5] Gran Enciclopedia ESPASA 2005 Editorial Planeta S. A.
[6] Constitución Política de Colombia, Artículo 150 numeral 21
[7] Constitución Política de Colombia, Artículo 150 numeral 334
[8] Gran Enciclopedia ESPASA 2005 Editorial Planeta S. A.
[9] Ciencia Ambiental. Un estudio de Interrelaciones. Eldon Enger y Smith. Mc Graw Hill México 2006
[10] Economía Ecológica. Material de Estudio Maestría Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Universidad de Manizales.
[11] Economía Ambiental, Economía Ecológica y Desarrollo Sostenible. Material de Estudio Maestría Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Universidad de Manizales.

lunes, 12 de julio de 2010

MÓDULO V MANEJO INTEGRADO DEL AGUA Lecciones Aprendidas

El agua es un recurso cuya importancia es crucial para todo tipo de sociedad. Cuando tratamos los problemas del medio ambiente este es necesariamente un elemento esencial cuyo estado y gestión nos permiten medir el equilibrio de los ecosistemas y el desarrollo sostenible de los grupos humanos.

Hoy cuando se habla de la crisis del agua y miles de millones de personas ven afectadas su expectativa de vida por su escasez y deterioro, se empieza a sentar la necesidad de mirar este recurso con criterios de efectividad y sostenibilidad, criterios necesarios para emprender cualquier proyecto de gestión sobre este recurso.

Debemos por tanto considerar las dinámicas sociales, económicas, políticas y culturales que en cada región predominan, conocer los recursos hídricos y diseñar planes o programas adecuados a las características de cada región.

Hoy se habla de conceptos como la huella Hidrológica y el comercio del agua virtual. Con ellos se busca entender la dimensión del problema de acceso a este recurso. Los costos que van implícitos en su gestión y los niveles bajos de acceso d la población a este recurso.

Frente a ello se vienen generando propuesta de nueva cultura del agua, gobernabilidad del agua y uso eficiente del agua que pretender revertir los efectos de la mala gestión del recurso y afrontar alternativas e solución adecuadas a las problemáticas puntuales en cada región.

miércoles, 7 de julio de 2010

ACCIONES ORIENTADAS EN EL VALLE DE ABURRÁ PARA LA GESTIÓN DEL RECURSO HÍDRICO

Trabajo Individual Problemática del Agua Unidad 2.2.
RESUMEN.
La problemática del agua en las grandes ciudades se encuentra asociada a las dinámicas propias del crecimiento acelerado y desplanificado de los centros poblacionales en el contexto de los países en vías de desarrollo, en el que las contradicciones sociales y económicas se ven reflejadas en la demanda y la oferta del recurso hídrico y el saneamiento básico, introduciendo tensiones que se expresan en los ámbitos económico, político y social. Estas obligan a establecer medidas que deben ir más allá de atender las coyunturas presentadas para implementar necesariamente una estrategia o gestión integral que se articule a los desafíos propios del desarrollo sostenible.
INTRODUCCIÓN.
El Valle de Aburrá, es una subregión ubicada en el centro-sur del Departamento de Antioquia, Colombia, en medio de la Cordillera Central de los Andes[1]. Se encuentra atravesado de sur a norte por el río Medellín, principal arteria fluvial que tiene su nacimiento en el alto de San Miguel a 2.500 m.s.n.m., y transcurre por más de 60 Km. a través de los municipios de Caldas, La Estrella, Itagüí, Sabaneta, Envigado, Medellín, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa determinando las características geográficas de la región y el desarrollo de las localidades que se asentaron en su ribera. El desarrollo urbano acentuado por el crecimiento industrial a partir de la década de 1930, y seguido del auge del sector financiero y comercial, ha hecho de la región un importante centro económico y político del país, que ha superado la dinámica interna de los propios municipios, creando un fenómeno de conurbación que ha traspasado incluso los linderos físicos y culturales del río Medellín, al igual que el de las microcuencas que lo abastecen en un número cercano a las sesenta, muchas de ellas canalizadas hasta perderse incluso como referente de ciudad.

Fuente: http://es.wikipedia.org
Estos municipios han dado lugar a una entidad política administrativa en donde confluyen para constituir el Área Metropolitana del Valle de Aburrá AMVA, ente cuya influencia abarca una población cercana a los 3 millones y medio de habitantes y que tiene a su cargo el desarrollo armónico de la Región Metropolitana, siendo autoridad ambiental y de transporte masivo de mediana capacidad, para lo cual desempeña funciones de planeación[2].
A su cargo está el hacer frente a las consecuencias que se desprenden del proceso de urbanización que sin orden se estableció alrededor de las industrias, creando una importante demanda de infraestructura, servicios públicos, equipamentos, vías, acompañadas de un crecimiento poblacional y una segregación socioeconómica que desplazó a un importante número de pobladores hacia las laderas, y que ha dado origen a asentamientos subnormales carentes de todas las condiciones mínimas para satisfacer las necesidades básicas. Esta dinámica ha dado lugar a la ocupación de zonas de alto riesgo, a la presión sobre los usos del suelo desplazando su función natural y generando la contaminación ambiental de las microcuencas con toda clase de desechos sólidos y líquidos provenientes de aguas servidas o residuales, conllevando la pérdida y degradación de todo el sistema integrado de aguas que transcurren siguiendo los accidentes del valle hasta afectar la suerte del propio río Medellín.
El ecosistema que fuera hábitat de variedad de especies y referente paisajístico de la región, ha pasado a un segundo plano, sin que se haya previsto un desarrollo de la urbe amigable con las diversas fuentes de agua. Por el contrario, estos se convirtieron en basureros, tiradero de escombros, al que además se han depositado sin tratamiento alguno las aguas residuales de los sectores industrial, comercial y domiciliario, al punto de encontrarse las aguas de la cuenca en total degradación y contaminación.

Con la pérdida de la única fuente de agua que posee el Valle de Aburrá (16 m3/s a la altura de Bello), la oferta hídrica se ha vuelto cada vez más crítica ya que la población del Área Metropolitana depende en un 84% del agua producida en cuencas externas (Río Grande, La Fe y Piedras Blancas), razón por la cual las autoridades municipales han emprendido la implementación de políticas que pretenden mitigar el impacto ocasionado y recuperar un ecosistema altamente afectado.
OBJETIVO.
Identificar las potencialidades en la gestión que viene realizando el Área Metropolitana del Valle de Aburrá AMVA para hacer frente a la crítica situación del recurso hídrico.
MARCO TEÓRICO Y DISCUCIÓN.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá AMVA presentó en el año 2005, junto con CORNARE y CORANTIOQUIA, una prospectiva del recurso hídrico de la región sobre la cual diseñó unas estrategias y planes de gestión integral.
Como aspectos esenciales en su formulación, se destaca un referente normativo de orden jurídico y político, dado por la Constitución Nacional y la Legislación Ambiental, así como por los lineamientos de política expresados entre otros en el Documento CONPES 3463 DE 2007[3], que son el fundamento sobre el cual se formula un diagnóstico, objetivos y metas que, una vez definidos, permitan identificar y diseñar los distintos instrumentos jurídicos, económicos, tecnológicos, administrativos y de inversión, requeridos para su realización.

Como se dijo en la introducción, la dinámica desarrollista de la ciudad terminó por desplazar el río Medellín y sus afluentes como referente de calidad de vida y del paisaje, como recurso hídrico y potencial turístico, al punto de alterar su entorno y sus aguas que han llegando a perder la totalidad del oxígeno disuelto, siendo nulo en un trayecto de más de 50 Km. y degradar con ello el ecosistema. La proyectiva de las autoridades ambientales está orienta a cambiar este paradigma para lo cual se proponen erradicar en los procesos de la ciudad los usos tradicionales que se le han dado a las aguas de sus afluentes. “Para ello se busca planificar el recurso hídrico, integrando el concepto del recurso y de cuenca hidrográfica al proceso de gestión ambiental urbana, de tal forma que se supere la perspectiva tradicional de fuente de abastecimiento y cuerpo receptor para disposición de las aguas residuales”.

Se resalta la necesidad de integrar la cuenca hidrográfica en su conjunto a la gestión del desarrollo ambiental sostenible de la ciudad, buscando cambiar y dejar atrás la referencia al río y sus quebradas como lugar de basuras, escombros y aguas negras, pensando en la complejidad del comportamiento del agua como componente del sistema natural global, como factor determinante del desarrollo económico y social.
Son cuatro las estrategias del plan formulado por al AMVA y las corporaciones autónomas regionales:
ESTRATEGIA 1. Gestión para el ordenamiento del recurso hídrico. Busca definir las políticas relacionadas con el acceso y la disposición del agua, con el objeto de atender las necesidades de abastecimiento humano, industrial, minero y de servicios entre otros, considerando los problemas físicos que las afectan.

Para ello se ha implementado el Plan de ordenamiento y manejo de la cuenca del río Aburrá (POMCA), que ha dado lugar a una Comisión Conjunta integrada por las tres autoridades ambientales que comparten la cuenca (AMVA, CORANTIOQUIA y CORNARE), y que pretende expedir una reglamentación del uso del agua y lograr el desarrollo integrado de la cuenca mediante procesos de ordenación y manejo del territorio.

Se parte de visualizar en prospectiva el futuro de la región y su desarrollo ambiental teniendo en cuenta el componente hídrico, y los factores naturales que inciden sobre el mismo: biótico, abiótico y Antrópico. Así mismo se considera y analizan los actores representativos de la región: Habitantes de la cuenca - Secretarias de Medio Ambiente, Planeación, Obras públicas y Tránsito municipales – Autoridades ambientales - Constructores – Urbanizadores Privados - Dueños de predios - EEPPM - Empresas Varias de Medellín - Transportadores - Comercio - Campesinos - Organizaciones comunitarias - Instituciones educativas - INDER - Juntas de Unidades Residenciales – Organismos de seguridad.

De esta forma se han desarrollado tres líneas básicas: i) Educación, inversión y organización, ii) Normatividad, control y vigilancia y iii) Planificación efectiva y continuidad de largo plazo.

En relación con esta estrategia se tiene la implementación del Convenio Cátedra del Agua con el Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia - CTA, el cual orienta sus acciones en temas específicos y estratégicos para la competitividad y sostenibilidad del agua en Antioquia, con el fin de adelantar acciones de operación, promoción y divulgación de los programas, planes y actividades, con miras a hacer del agua un elemento central para el desarrollo de Antioquia.

En igual sentido es destacable la tarea adelantada por la Secretaría del Medio Ambiente del Municipio de Medellín, con las siguientes acciones:

i) El levantamiento del Sistema de Información Ambiental de Medellín – SIAMED, de un inventario de todas las fuentes hídricas.
ii) La compra de terrenos en donde se encuentran los nacimientos de las microcuencas con el objeto de protegerlas, por medio de un plan de arborización.
iii) Proyecto de Parques Lineales[4]. Propuesta de espacios verdes, situados alrededor de las quebradas, con posibilidades de adecuación como espacios públicos naturales, para la conservación de la biodiversidad, la descontaminación de las microcuencas y el disfrute y la recreación pasiva en contacto con la naturaleza. Se destaca como propuesta para rescatar los afluentes como patrimonio de la ciudad.
iv) Manejo integral de cuencas y quebradas, previniendo y controlando la degradación que amenaza las comunidades asentadas en sus áreas de influencia, interviniendo con estudios, diseños y construcción de obras hidráulicas.

ESTRATEGIA 2. Gestión para la descontaminación del recurso hídrico. El AMVA realiza actividades de regulación y control. Entre las actividades realizadas en razón de esta estrategia se tiene:

i) La puesta en marcha de dos plantas de tratamiento secundario de aguas residuales y dos de tratamiento preliminar para bajar los límites permisibles o porcentajes de carga contaminante que se pueden descargar a los cuerpos de agua[5];
ii) La construcción del interceptor sur para recolectar, transportar y empalmar al Interceptor del Sur, las aguas residuales generadas en la zona urbana del municipio de Caldas y parte del municipio de La Estrella, para que luego sean tratadas en la Planta de Tratamiento San Fernando. Red que unidad a la PTAR San Fernando espera mejorar la calidad del agua llegando a 3 mg/l de oxígeno disuelto y en el norte llegar a 5 mg/l de oxígeno disuelto con la planta de Bello.
iii) Conformar grupos de trabajo de microcuencas distribuidos por zonas: Sur, Centro y Norte, de acuerdo a la problemática presentada, a las necesidades de la comunidad, de los entes territoriales y a los estudios existentes como: Planes de Ordenación y Manejo de Microcuencas, y el Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos.
iv) La imposición de tasas retributivas, atendiendo a la carga contaminante;

Tabla 1. Normas que reglamentan el cobro de la tasa retributiva

Decreto 3100 de 2003
Reglamenta las tasas retributivas por la utilización directa del agua como receptor de vertimientos puntuales.
Decreto 3440 de 2004
Por el cual se modifica el decreto 3100 de 2003 y se adoptan otras disposiciones.
Resolución 1433 de 2004
Reglamenta el artículo 12 del decreto 3100 de 2003, sobre planes de saneamiento y manejo de vertimientos
Resolución 2145 de 2005
Modifica parcialmente la resolución 1433 de 2004 sobre planes de saneamiento y manejo de vertimientos
Resolución 273 de 1997
Fija las tarifas mínimas de las tasas retributivas por vertimientos líquidos para los parámetros demanda bioquímica de oxígeno (DBO5) y sólidos suspendidos totales (SST).
Resolución 372 de 1998
Por el cual se actualizan las tarifas mínimas de las tasas retributivas por vertimientos líquidos.

v) Conformación de la MESA DE CONSULTA, órgano compuesto por las autoridades municipales y en el que los responsables de verter desechos a las cuencas proponen y sustentan una meta objetiva de disminución de las cargas contaminantes por demanda bioquímica de oxígeno y sólidos suspendidos totales;
vi) Inversión de recursos provenientes de las tasas de retribución, en la elaboración y ejecución de los Planes de Ordenamiento del Recurso Hídrico e inversiones en interceptores, emisarios finales y sistemas de tratamiento de aguas residuales domésticas y cofinanciación de estudios y diseños asociados a los mismos.
Entre sus acciones está el “paseo del río” un trayecto de cerca de 10 Km. en la ribera del río Medellín, el aula ambiental sobre el antiguo puente de carabineros y 7 parques lineales en quebradas representativas.

ESTRATEGIA 3. Gestión para una adecuada utilización del recurso hídrico. Como autoridad ambiental, el AMVA promueve el uso y manejo del recurso hídrico en forma racional y eficiente. En este sentido se ha elaborado un inventario de las diversas fuentes de agua existentes en la región (superficiales y subterráneas) y los usos que se hace de las mismas[6], con el objeto de establecer las tasas adecuadas por utilización de agua TUA[7] como un instrumento regulatorio en aplicación de la Ley 373 de 1997. Las TUA, aplicables para todos salvo las personas que hacen de ella uso para satisfacer necesidades básicas siempre y cuando no haya derivación de las aguas, pretenden el uso racional y eficiente del recurso hídrico y se destinará para la protección y recuperación del recurso hídrico.
En este inventario se tiene en cuenta factores tales como captaciones, condiciones hidráulicas, calidad del agua y la determinación preliminar de las zonas de recarga.

Para la implementación de la Ley 373 de 1997, el AMVA se propone crear un “Programa de Uso Eficiente y Racional del Agua – PUEYRA”, bajo unos términos de referencia con la información mínima que se cita en la tabla siguiente.


Tabla 2. Programa de uso eficiente y racional del agua

Objetivos
Fijar los objetivos del PUEYRA, tendientes a disminuir el consumo total de agua en la empresa, para un periodo de cinco años.
Registro de datos e información.
Presentar los diagramas de toda la línea de aguas de la empresa y el balance de agua con los datos tabulados mediante tablas y el análisis de la información.
Meta
Toda empresa o negocio debe establecer su propia meta de reducción de consumos, no menor del 4% anual, utilizando como información base en cada año, durante el quinquenio, los consumos del año inmediatamente anterior.
Estrategias
Se deben implementar actividades, medidas y técnicas tendientes a la reducción de consumos. Para ello se pueden analizar las siguientes opciones: disminución de consumos, cambios tecnológicos, optimización de procesos, re uso y recirculación, sensibilización y educación ambiental.
Plan de Monitoreo
Para garantizar el cumplimiento de las estrategias y evaluar las necesidades de cambios o implementación de nuevas medidas.
Plan de seguimiento
Plan detallado que permita controlar la implementación de las estrategias, de las acciones de monitoreo y que identifique los responsables del plan. Se debe reportar al AMVA, durante los primeros quince días del mes de febrero de cada año, los resultados del año inmediatamente anterior, obtenidos con la implementación del programa. Es de estricto cumplimiento soportar la información con tablas de datos, de resultados e indicadores. Todo reporte de datos debe estar debidamente suscrito por el personal competente.

Este plan se complementa con una guía para los usuarios con el objeto de que implementen el programa de ahorro y uso eficiente del agua, tal como se describe en la tabla adjunta
Tabla 3 Guía para el programa de ahorro y uso eficiente del agua

Programar, identificar y organizar
• Registrar gráficamente e identificar cada una de las fuentes de abastecimiento de agua y las fases del proceso que requieren suministro de este recurso.
• Designar un equipo de trabajo para que elabore, ejecute y realice control y seguimiento al PUEYRA.
• Identificar los usos del agua.
Recolectar, procesar y analizar
Análisis de las etapas del proceso:
• Realizar un balance de agua (entradas y salidas).
• Revisar los procesos, identificar los problemas relacionados con el manejo del agua y las causas que los generan.
Generación de oportunidades para racionalizar el agua:
• Concebir alternativas para disminuir consumos de agua
• Seleccionar alternativas factibles.
Elegir soluciones que permitan ahorro de los consumos de agua:
• Evaluar las alternativas desde el punto de vista técnico, económico, ambiental.
• Elegir soluciones para la implementación del PUEYRA.

Ejecutar
Implementar las medidas seleccionadas:
• Preparar la implementación
• Emprender la ejecución de las medidas adoptadas para el uso eficiente y racional del agua.
Verificar
Control y seguimiento al PUEYRA
• Establecer un programa de monitoreo para evaluar el cumplimiento de las medidas adoptadas.
Mantenimiento del PUEYRA
• Mantener soluciones de uso eficiente y racional del agua.


ESTRATEGIA 4. Gestión para el seguimiento y control a la calidad ambiental del recurso hídrico. Se propone el AMVA el diseño e implementación de una red de monitoreo ambiental de la cuenca hidrográfica del río Medellín, en su jurisdicción. Este se ha compuesto de varias fases.

Fase I. Prediseño de la red de monitoreo de la calidad y cantidad del agua y de un plan de gestión integral. Ejecutado en los años 2004 y 2005 mediante la puesta en marcha de la red de monitoreo de la calidad del agua del río Medellín - REDRIO. Mediante ella se hicieron estudios en 20 estaciones del río y en 37 afluentes principales. Para ello se aplicó la metodología del Índice de Calidad Ambiental ICA basado en parámetros compuestos y factores de ponderación, aplicadas en 10 campañas de medición de cantidad y calidad de aguas, en las que se tuvieron en cuenta parámetros hidráulicos, físicos, químicos, microbiológicos y biológicos, así como la mejor metodología para su medición[8].

Tabla 4. Escala y códigos de Ponderación


Denominación
Código
ICA RED RIO
Criticidad muy baja o poco relevante
Verde
8 - 10
Criticidad baja
Verde vivo
6 - 8
Criticidad media
Amarillo
4 - 6
Criticidad alta
Naranja
2 - 4
Criticidad muy alta
Rojo
0 - 2

Los parámetros considerados fueron los siguientes: i) DBO5 [9]; ii) DQO[10]; iii) Sólidos totales – ST; iv) Sólidos totales fijos – STF; v) Sólidos suspendidos totales – SST; vi) Conductividad eléctrica; vii) Nitrógeno total; viii) Fósforo total y ix) Macroinvertebrados acuáticos.


Esta red permite brindar información crucial para la ejecución del plan de saneamiento y manejo de vertimientos PSMV[11], Plan de ordenación y manejo de la cuenca del río Aburrá POMCA, los planes de ordenación y manejo de microcuencas y determinar seis criterios de calidad para el periodo 2006 – 2016, en diferentes trayectos: i) oxígeno disuelto OD, ii) Demanda Bioquímica de Oxígeno DBO5, iii) olores ofensivos, iv) grasas y aceites, v) sólidos visibles y vi) sólidos suspendidos, estableciendo metas para cada uno de ellos.

Tabla 5. Escala y códigos de Ponderación

Criterio
Unidad de medida
Meta a 10 años
Oxígeno disuelto OD
mg/L
5.0
Demanda Bioquímica de Oxígeno – DBO5
mg/L
≤ 21
Olores ofensivos
(H2S) olor a huevo podrido
Ausente
Grasas y aceites
mg/L
≤ 0,15
Sólidos visibles(flotantes y sedimentables)
Material perceptible a los sentidos
Ausente
Sólidos Suspendidos Totales SST
mg/L
≤ 30

Fase II. Durante el periodo 2006 y 2007 se calibraron los equipos automáticos adquiridos para la determinación en línea de parámetros físico químicos y se realizó el protocolo para el proceso de monitoreo de acuerdo con el estudio, para las diferentes estaciones que componen la red de monitoreo; se refinó la modelación de la calidad del agua del río con lo que se podrá modelar bajo diferentes escenarios de análisis. para poder pronosticar el comportamiento del mismo en verano, invierno o en épocas de transición y se optimizó el diseño de las estaciones de monitoreo en varios puntos, incluyendo el sistema de telecomunicaciones para transmisión de datos en red, los cuales se planea construir en la siguiente fase.

Estas estrategias se integran de manera sistemática haciendo parte de convenios entre las entidades con competencia en la gestión del recurso hídrico, intercambiando estudios y experiencias en mesas de concertación, aulas ambientales y espacios académicos.

Las evidencias que alertan sobre la crisis en el recurso hídrico, por la alta dependencia de cuencas externas y la concepción que se tiene de las cuencas propias como receptoras de aguas residuales y no como abastecedoras del recurso para el consumo local, así como la pérdida del recurso hídrico del Valle de Aburrá como referente de ciudad y como patrimonio paisajístico, hace que las estrategias propuestas estén orientadas de manera prospectiva a ver en el recurso hídrico un recurso esencial en el desarrollo de la ciudad.

Así se ha venido resaltando en los ámbitos social, económico, salud y medio ambiente, cultural y político, una visión de desarrollo local en el que toma papel central la “nueva cultura del agua”[12], con la cual se busca gestionar el agua como recurso, con políticas de control de la demanda y no de aumento de la oferta, y conservarla como patrimonio, partiendo del axioma sobre el hecho de la falta de gestión mas no de carencia o escasez del recurso, sobre la crisis en que este se encuentra.

En este sentido, en la gestión integral del este recurso convergen otras medidas de gestión que involucran la comunidad en general y la hacen gestora común de las soluciones requeridas; estas se vienen implementando con el Área Metropolitana y la Secretaría de Medio Ambiente del Municipio de Medellín, como seguidamente se citan:

PROGRAMA DE HABILITACIÓN DE VIVIENDA URBANA. Para hacer frente a tan importante empresa, las EPM comenzaron desde el año de 1967 con un programa que ha continuado desde entonces en sus objetivos, denominado Programa de Habilitación de Vivienda Urbano. Este busca atender el crecimiento urbano de la ciudad y realizar proyectos de habilitación de áreas urbanas en asentamientos subnormales, a través de programas de gestión comunitaria que establezcan las condiciones adecuadas para hacer de los pobladores usuarios regulares del sistema integrado de la ciudad, aprovechando la capacidad instalada de servicios que tiene la entidad.
PROGRAMA ACUEDUCTO Y ALCANTARILLADO PARA LAS VEREDAS DE MEDELLÍN. Mediante este programa se propuso en el año de 1991, dotar a las comunidades de las 51 veredas pertenecientes a la municipalidad, de agua potable y alcantarillado en un plazo de 5 años. Para ello se contó con rentas cedidas de los recursos del IVA (Ley 12 de 1986), de la reglamentación y reconocimiento a la participación comunitaria en salud (ley 10 de 1990), a través de comités administradores de acueductos y alcantarillados y la contratación que pueden realizar con el estado las Juntas de Acción Comunal (Ley 4 de 1986). El proyecto se fundamentó en la participación activa de la comunidad desde el comienzo en la preparación y conocimiento del programa, construcción de obras y administración, operación, mantenimiento y expansión del acueducto y el alcantarillado y EE PP MM y el Municipio de Medellín por su parte, estuvieron a cargo de la orientación, capacitación, diseño, construcción, asesoría y financiación. La comunidad no tenía que cancelar un solo peso de contado, ya que la deuda generada se financiaría a plazos y cuotas atendiendo al estrato socioeconómico dado por planeación municipal.

PROGRAMA ACUEDUCTO Y ALCANTARILLADOS COMUNITARIOS. El cual busca llegar a implementar medidas de trabajo organizado con la comunidad que se encuentra en los límites de lo rural y el casco urbano, buscando la manera de generar un trabajo de transición a la integración final con el sistema de la ciudad.

Estas medidas buscan la conectividad de la población a la infraestructura de saneamiento dispuesta en la ciudad, mediante tecnologías blandas, participación comunitaria y un modelo de financiación accequible, solidario y equitativo, basado en el subsidio, aportes del gobierno, tasas flexibles y créditos blandos[13].

La importancia de estos programas radica en su autonomía respecto a los sistemas centralizados, carácter comunitario, garantía de acompañamiento técnico y social, aplicación de tecnologías blandas, manejo de proyectos a escala controlada y crecimiento limitado a la disponibilidad de fuentes de agua.

PLAN DE ORDENACIÓN Y MANEJO DE LA CUENCA DEL RÍO ABURRÁ. Soportado en el Decreto 1729 de 2002, el Área Metropolitana formuló en el 2005 y en convenio con otras entidades un plan de ordenación de la cuenca del rio Medellín proyectado hasta el año 2019, en el que se tiene en cuenta factores económicos, ecológicos, tecnológicos y políticos para la construcción de bienestar en la región de la cuenca delimitada por los elementos geográficos naturales y el entorno Abiótico, Biótico y el Antrópico[14].

MI RÍO CERCA A LA COMUNIDAD. En el marco de las experiencias de Desarrollo social, que han sido premiadas y que han merecido reconocimiento, se destaca el proyecto “Mi río cerca a la comunidad”[15]. Una iniciativa conjunta del Cabildo Verde de Medellín y el Instituto Mi Río, con el cual se atendió aproximadamente a 17.265 personas a través del club “Amigos Mi Río”, en el cuál se asesoró a 104 grupos y dictó 180 talleres dirigidos a la ejecución de encuentros zonales, talleres de sensibilización y capacitación en materia ambiental, organizacional y de formación ciudadana, asesorías para la formulación y la ejecución de proyectos ambientales comunitarios, y en la recuperación de las microcuencas.

Estas dinámicas de participación y gestión se insertan en lo que hoy se denomina “La nueva cultura del agua”, en una concepción que vuelve la mirada a esta como un recurso finito del se tiene derecho, siendo necesario darle un aprovechamiento sostenible y sustentable, para lo cual es preciso la organización y concientización de la población.


CONCLUSIONES.

Desde la nueva cultura del agua, las dinámicas de participación y gestión locales son de orden estratégico, por encima de la infraestructura y la técnica que puedan aportar los grandes operadores del agua. Se busca con ellos garantizar sistemas sostenibles y equitativos en la gestión del agua desde un enfoque holístico en el que se reconozca la dimensión múltiple ambiental, social, económica y cultural de los ecosistemas acuáticos, y como un patrimonio social y ambiental.

Más allá de las grandes obras la cuales se ven insuficientes, la gestión del recurso hídrico en términos de equilibrio, equidad y sostenibilidad, lleva a preservar el entorno de las cuencas con la participación de la comunidad, dado que es el agente principal desde su uso hasta su disposición final.

Por ello es muy importante la integración de la comunidad desde el proceso de diagnóstico y planeación, así como a todos los actores que hacen parte de la problemática como la industria, el comercio, la autoridad ambiental y gubernamental y la comunidad organizada. Acá es muy importante implementar procesos de comunicación, educación y capacitación que sensibilicen y permitan generar dinámicas organizacionales que promuevan un uso adecuado de las fuentes de agua.

Las soluciones implementadas desde la ingeniería y la técnica no son suficientes para hacer frente a un problema derivado de la disposición inadecuada de los desechos, lo cual nos ubica esencialmente en el terreno cultural. Esto nos debe llevar a que se genere una conciencia colectiva sobre para la importancia de las vertientes y afluentes propias que se tienen en el entorno directo, como componentes del ambiente necesario para tener una calidad de vida adecuada.

Esta reorientación de la estrategia resulta ser complementaria a los esfuerzos desarrollados por las autoridades en el Valle de Aburrá, permitiendo o articulando la gestión del recurso hídrico disponible en la c, más aún cuando se sabe que este es escaso y limitado, estando en juego la viabilidad de la región en el futuro.

BIBLIOGRAFÍA.



Acueductos Comunitarios. Patrimonio social y ambiental del Valle de Aburrá. Nora Cadavid Giraldo. Revista Avances en recursos hidráulicos. No. 20 junio a octubre de 2009. Medellín - Colombia.

Ordenamiento y manejo integral del territorio metropolitano del Valle de Aburrá, con énfasis en el recurso agua. Margarita María Cardona Gallo. Revista Producción Más Limpia. Julio Diciembre 2.006 V. 1 No. 2

PLAN DE ORDENAMIENTO Y MANEJO DE LA CUENCA DEL RIO ABURRÁ. PROSPECTIVA. Cornare Corantioquia y Área Metropolitana. 2005

http://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Cultura_del_Agua




[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Valle_de_Aburr%C3%A1
[2] http://www.metropol.gov.co/contenidos.php?seccion=13
[3] Planes departamentales de agua y saneamiento para el manejo empresarial de los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo. CONPES 3463 Bogotá Marzo de 2007
[4] http://www.micirugiaencolombia.com/articulo.php?seccion_id=4&articulo_id=88&idioma_id=
[5] Para dar cumplimiento al Decreto 1594 de 1984, EE PP MM como entidad que opera y administra las redes de alcantarillado, viene desarrollando dicho plan con una primera planta de tratamiento secundario (Itaguí) ya en funcionamiento y otra dispuesta para el año 2011 (Bello)
[6] Decreto 1541 de 1978
[7] Decreto 155 de 2004, modificado por el Decreto 4742 de 2005
[8] Se utilizó la metodología Nictemeral, con una frecuencia horaria de cuatro horas.
[9] Demanda Bioquímica de Oxígeno a los 5 días. “El principal parámetro para medir la contaminación de las aguas es la Demanda Bioquímica de Oxigeno (DBO). Ya que sería muy complicado medir cada una de las substancias que arrojamos al alcantarillado (detergentes, papel higiénico, residuos de comida, orina y materia fecal, pelos, preservativos, residuos industriales, etc.), todos esos materiales se miden por medio de la DBO, parámetro que mide la cantidad de oxígeno requerida por las bacterias para oxidar o descomponer la materia orgánica presente, hasta convertirla en elementos que no producen daño al agua receptora, como CO2 (dióxido de carbono) y H2O. Una quebrada relativamente limpia puede tener una DBO de 4 mg/l. Un valor típico de DBO en aguas residuales municipales es de 250 mg/l. Algunas aguas residuales industriales pueden llegar a tener valores de más de 1000 mg/l de DBO. Un río con alta DBO tiene poco contenido de oxígeno. El valor de la DBO va cambiando a lo largo del río y depende, entre otros factores, de las descargas contaminantes que reciba el río, así como de su capacidad natural de descontaminación. Para el Valle de Aburrá se ha estimado que la producción de DBO por habitante es de 32 gramos por día”.
http://www.eeppm.com/epm/documents/Planta%20de%20Tratamiento%20de%20Aguas%20Residuales%20Bello.pdf
[10] La demanda química de oxígeno es una medida aproximada del contenido total de materia orgánica presente en una muestra de agua. La materia orgánica presente puede ser biodegrada lentamente dependiendo del tipo de materia y las condiciones de biodegradación http://atenea.udistrital.edu.co/grupos/fluoreciencia/capitulos_fluoreciencia/calaguas_cap17.pdf
[11] Resolución Metropolitana 56 de 2006
[12] Declaración Europea por una nueva cultura del agua. 2005
[13] ACUEDUCTOS COMUNITARIOS CON TECNOLOGÍAS BLANDAS. Gilberto Arango, 1999 Universidad Nacional de Colombia. http://agora.unalmed.edu.co/docs/For9-6-Arango.PDF
[14] PLAN DE ORDENAMIENTO Y MANEJO DE LA CUENCA DEL RIO ABURRÁ. PROSPECTIVA. Cornare Corantioquia y Área Metropolitana. 2005
[15] http://www.fundacioncorona.org.co/alianzas/descargas/publicaciones/Nuevas_Formas_Gestion.pdf

martes, 8 de junio de 2010

LOS COLORES DEL AGUA

LOS COLORES DEL AGUA (Módulo del agua)

El Agua es un elemento vital del que debiéramos sentir aún el asombro de aquello colosal que vemos por primera vez. Nos da la salud y la vida, nos calma la sed, relaja, limpia y libera. Es por lo mismo imprescindible para todos los seres vivientes.

Gracias al agua nuestras poblaciones acceden al alimento para lograr su sustento y de esta misma manera eliminamos las toxinas. Es por ella o a expensas de ella, que las sociedades evolucionan en distintos niveles de desarrollo. En un efecto propio de los actos humanos que seguidos por su afán de crecimiento económico y riqueza, hemos terminado por afectar la disponibilidad de los recursos naturales, entre otros, de las existencias y la calidad de esta fuente de vida. Hablo de los impactos que nuestras actividades han ocasionado al ambiente generando un calentamiento global que afecta todos los ecosistemas, y con ello el ciclo hidrológico. De otra parte se pone de presente la forma irresponsable en que disponemos de los desechos afectando las cuencas hídricas y el acceso al agua potable.

La cantidad de agua en la tierra pone de presente que este es un recurso finito y por ende, siendo de total necesidad en los asentamientos humanos y para otras especies, es importante reflexionar sobre la forma como hemos de administrar y usar dicho recurso. Las estadísticas hablan de que padecemos de sed por el muy bajo porcentaje de agua dulce que disponemos en la tierra, para la totalidad de la población mundial. No obstante, hay regiones en donde los habitantes disponen de este recurso con relativa facilidad, incluso hasta se derrocha, pero hay muchos lugares y naciones en donde se considera un bien totalmente agotado. Además hay países en donde teniendo importantes fuentes, la población en su mayoría no tiene forma de acceder a ella[1].

Por tanto hoy debemos replantear la manera como hemos de administrar este recurso para las generaciones presentes y futuras.

Una manera de abordar este problema es desde la economía. Adam Smith planteó este dilema mediante la “paradoja del valor” o la paradoja del agua y el diamante[2]. Mientras el agua tiene un valor de uso muy importante en tanto satisface necesidades primarias del hombre su precio en el mercado generalmente no refleja este valor. Por el contrario, un diamante que no representa algo necesario para los requerimientos primarios de la vida, en el mercado suele tener un precio muy alto. Sin embargo no lejos estamos que en el mercado se pueda cambiar esta situación. Cuanto diera un magnate de los diamantes perdido en medio del desierto por un litro de agua? Cuanto dieran de su riqueza las naciones por abastecer a sus sociedades de este líquido sagrado ante su apremiante necesidad?

A pesar de que la economía de mercado espera aprovechar esta tendencia sabiendo explotar los recursos en el tiempo y lugar adecuados, sabemos que es la misma dinámica del mercado la que ha contribuido a la afectación de los recursos naturales. De otra parte el mercado no es una solución de la cual se espera mayores logros si se observa que son los más pobres quienes presentan mayor déficit del agua y de condiciones básicas de vida.

Esto nos lleva a otro dilema, y es que el agua, en tanto es un recurso básico e indispensable para la vida, que tiene el carácter de bien público fundamental, no tiene los atributos propios de los bienes de dominio privado[3]. Da escalofríos el solo hecho de pensar en la privatización del agua con fines comerciales. No obstante, se han dado pasos a la intervención del interés particular en la explotación de este recurso lo cual amerita un serio debate. Me parece tan cuestionable como suponer en un futuro la venta de sangre humana. Y recordemos que este líquido vital es en esencia agua. La vida es el agua. No podemos pensar en su privatización.

Desde el derecho, podemos abordar el problema como fuera planteado por parte del biólogo Garret Hardin en 1968, en la denominada “tragedia de los comunes”[4]. Explotamos y degradamos el recurso hídrico a nuestro antojo, por cuanto al tener disposición de este recurso y gozar por ello de un relativo bienestar, no medimos las consecuencias inmediatas de los impactos que nuestra conducta causa en las generaciones presente y futuras; sin embargo, cuanto lamentaríamos abrir el grifo del agua y no ver caer una sola gota. La mera expectativa de un racionamiento nos conmueve bastante.

Y es que tarde recordamos que los bienes comunes llevan implícito que su uso y disposición por todos, conllevan al igual que un amplio grado de libertad un amplio grado de responsabilidad. Límites y responsabilidades que dan lugar a derechos y deberes, sustentados en las connotaciones propias del agua como bien público fundamental y como recurso natural finito, del cual se desprenden principios y características que dan pie a las bases de una gestión ambiental sostenible.

El agua potable y el saneamiento básico representan una variable del desarrollo local y regional, en tanto garantiza la calidad de condiciones esenciales para la vida y permite el auge de la economía[5]. Las acciones orientadas a conducir el líquido vital hasta nuestras residencias en condiciones aptas para el consumo humano, implican importantes tareas que van desde el manejo de las cuencas, la captación, el tratamiento, la red matriz de transporte y la red de distribución, hasta inversiones conexas de diversa índole. Estas actividades constituyen verdaderas empresas en sí mismas, cuyos costos son importantes. No tienen que ser empresas con ánimo de lucro. Deben ser verdaderas empresas con sentido social que distribuyan los costos y subvencionen a los sectores más desfavorecidos.

Ante la índole de los derechos que se relacionan con el suministro del agua potable, se pone en tensión las posiciones de quienes privilegian la función del Estado para suministrar del desarrollo y el bienestar social y quienes propugnan por la participación a cargo del capital privado, incluso por su privatización.

Siendo un asunto en el que está implícita la calidad de vida de las personas y las posibilidades reales de desarrollo social, están subyacentes valores y principios, que como se afirma en el documento, ponen de presente la índole ética que entraña la gestión de la calidad del agua.
Parodiando al autor, para una gestión del agua debemos considerar también a los colores de la economía, del derecho y de la ética, en el marco del desarrollo sostenible.

[1] http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/11471
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_del_valor
[3] http://www.elpais.com/articulo/madrid/Agua/privada/sed/publica/elpepuespmad/20080918elpmad_14/Tes
[4] http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/T/tragedia_comunes.htm
[5] http://www.dnp.gov.co/PortalWeb/Programas/ViviendaAguaDesarrolloUrbanoAmbiente/AguaySaneamiento/tabid/238/Default.aspx